Locas que corren

Mi nombre es Laura, para mis chicas del grupo La Maratoniana, pero hasta llegar a ese mote, todas tenemos un motivo o un principio que nos ha llevado hasta el punto que estamos y comenzamos a contaros ahora, cada una de las chicas que formamos parte de este grupo o de las personas que a lo largo de la vida deciden un buen día comenzar a correr tiene su historia.

 

En mi caso fue un conjunto de circunstancias, (llamémoslo así) por esas fechas, nos habían nombrado a Logroño Ciudad Europea del Deporte, haciendo un circuito de 12 carreras en está bonita ciudad, yo había engordado dos kilitos más de lo previsto esas navidades y una amiga, madre del cole nos daba la noticia que estaba luchando con un cáncer de mama. Con todos estos ingredientes, me decidí a intentarlo.

 

Aquel primer día que mi marido me engaño para calzarme unas zapatillas y acompañarlo a correr. Recuerdo que era un 14 de enero de 2014 y que ni siquiera tenía unas zapatillas adecuadas para ello, así que con mis zapatillas de pádel que pesaban un quintal y toda la esperanza de no terminar echando el corazón por la boca, salimos juntos a hacer los primeros kilómetros los que llegarían a convertir el running en algo necesario en mi vida.

 

En esos días se juntaron todos los motivos para que yo me atreviera a correr, tengo que decir que correr siempre me pareció de cobardes, si era capaz de aguantar unos kilómetros, poco a poco, con la constancia y la preparación necesaria, podía ponerme en forma para hacer mi primera carrera: el 6 de abril de 2014 en Valencia, con once mil mujeres más. Y aunque es cierto que suelo ser una persona que no se quiere mucho a sí misma, en constancia y tozudez no me gana nadie. Así que aún sin engancharme a ésto de correr, como dice todo el mundo que engancha, yo comencé a correr y así comenzó TODO…