Sandra

Un buen día recibo una llamada de mi hermana:

-Dime.

-Tati, quiero una camiseta para la Media Maratón que ponga “Locas que corren”.

-¿Como que para la Media? pero si es este domingo.

-Da igual, tu hazme un diseño chulo porfi.

Así empezó todo. Así empezó la historia de un grupo de mujeres que un día decidieron acudir a las clases de entrena corriendo, de cómo allí se conocieron y de cómo empezaron a quedar para pasar grandes momentos juntas. Da igual si es entrenando, en carreras o de vermut en vermut los domingos.

Yo personalmente nunca he sido muy fan de este deporte. Hace un par de años me oías decir que esto de correr no era para mi, que me fatigaba y me resultaba aburrido.

Hoy no me pierdo ninguna quedada con estas locas. Entrenar con ellas es la mejor excusa para practicar deporte e intentar estar en forma. No soy demasiado constante ni corro en demasiadas carreras. Los tiempos no me importan, lo que me importa es lo bien que me siento cuando corro con ellas o cuando las veo en las carreras cruzar la meta una tras otra consiguiendo un pequeño triunfo para ellas mismas.

Corro con ellas porque siempre vuelven a por mi, en una quedada cualquier domingo ellas corren y corren y veo como se alejan poco a poco, pero no importa porque siempre dan la vuelta y me dan ese pequeño empujón que me hace falta para terminar el recorrido.

Si no fuera por estas mujeres no correría, por qué son, esas #locasquecorren.