Ya no recuerdo apenas cuando comencé a escribir, creo que mi primer diario me lo regalaron para la primera comunión. Era de tapas duras y gránate, de folios con cuartilla en blanco y el filo de las hojas en dorado, con llave y candado. En aquel entonces todo un tesoro para una niña de ocho años cuando ni siquiera imaginábamos que algún día existiría internet o que junto a las Locas crearíamos un blog. Pero han pasado los años mucho más rápido de lo que imaginábamos y aquí estamos de nuevo ante el folio en blanco.
No voy a contaros nada que seguramente no sepáis, como dicen en la Película “Kunfu Panda”, no hay ingrediente secreto en la sopa del ingrediente secreto. Así es la vida, no tiene ingrediente secreto. Si no habéis visto esta peli os la recomiendo ya que tiene mucho mensaje y es divertidísima.
Muchas veces en la vida nos pasa como al Panda, no entendemos como hemos llegado hasta donde estamos pero si podemos elegir la actitud con la que vamos a vivir esas circunstancias que nos está tocando afrontar. Por eso, en este post, no quiero descubriros nada nuevo, quiero simplemente que os paréis a pensar unos segundos cómo vamos por la vida. ¿Os habéis dado cuenta, cuando vais por la calle, que la gente va muy seria o con los auriculares puestos a su rollo? ¿Cuantas personas os cruzáis a lo largo del día que lleven una sonrisa en la cara y os digan buenos días o que tengas un buen día y con ese gesto te des cuenta de la cara de merluzo que llevas tú y de que esa persona ha sido amable? Siiii, qué fuerte, hemos convertido en extraordinario que alguien sea amable con nosotros. Se nos bombardea todo el tiempo con noticias poco agradables y se nos dice que estamos saliendo de la crisis pero realmente la crisis la tenemos en nuestra forma de tratarnos unos a otros.
¡Plantéatelo! Se dice que para introducir un nuevo habito se necesitan 21 días. ¿ Y si nos planteamos durante 21 días desearle los buenos días a alguien con una sonrisa? ¿Qué pasaría?.
Podemos intentarlo ¿Qué podemos perder?
Laura
¡GRACIAS POR LEERNOS!